México indemnizó en un acto público en Quito, a un sobreviviente y a las familias de cinco ecuatorianos fallecidos en la masacre de 72 inmigrantes a manos de narcotraficantes en 2010.
En la matanza también murieron ciudadanos de El Salvador, Honduras, Guatemala y Brasil que habían sido secuestrados cuando intentaban llegar a Estados Unidos. La hacienda donde ocurrió el crimen está en el poblado de San Fernando, a 160 km de la frontera de Estados Unidos, en el estado de Tamaulipas.
“Además de la violencia por parte de la delincuencia organizada, las víctimas tuvieron que pasar por diversas fallas y omisiones institucionales que han complicado su acceso a la justicia”, reconoció este miércoles Sergio Rochín, comisionado ejecutivo de atención a víctimas de México, en un acto simbólico de reparación.
Ocho años después de la matanza, se estableció que “existían elementos suficientes para acordar compensaciones subsidiarias” para el único sobreviviente de Ecuador y 47 familiares de los cinco migrantes fallecidos, señaló Santiago Chávez, viceministro de Movilidad Humana de Ecuador.
Rochín precisó que la entrega de una indemnización, cuyo monto no fue revelado por razones de seguridad, no implica “el carpetazo, el cerrar la investigación” del caso, por el cual no hay sentenciados hasta ahora.
Procesos parecidos de reparación se siguen con las víctimas de los otros países, aunque no se ha llegado a acuerdos.
Por ejemplo en el caso de Honduras, de donde son la mayoría de los fallecidos y el segundo sobreviviente de la masacre, las familias “no estan dispuestas a aceptar una indemnización hasta que haya sanciones plenas a los responsables”, explicó Rochín.
Los inmigrantes asesinados viajaban por territorio mexicano en un camión hacia la frontera con Estados Unidos cuando fueron interceptados por miembros del cártel de las drogas ‘Los Zetas’, que los llevaron a una hacienda de Tamaulipas.
El sobreviviente ecuatoriano, quien está actualmente bajo protección, narró que los captores le dispararon a los inmigrantes después que estos se negaron a aceptar una oferta para trabajar para la organización.
El hombre, que entonces tenía 18 años, sobrevivió tras hacerse el muerto. Luego escapó con una herida en el rostro hasta encontrar ayuda.
Con información de: © Agence France-Presse