Australia ha autorizado a los granjeros del estado de Nueva Gales del Sur a disparar contra los canguros debido a la invasión de estos animales en sus fincas empujados por la severa sequía, que podría estar relacionada con el cambio climático.
“Los canguros que están cerca de las fuentes de comida y agua están poniendo una gran presión en las granjas y debemos revertir esto lo más pronto posible”, dijo esta semana el ministro de Industrias Primarias de Nueva Gales del Sur, Nial Blair.
La medida supone facilitar de manera temporal a este colectivo el acceso a las licencias para cazar canguros, que en situaciones normales están muy restringidas.
La sequía, en pleno invierno austral y una de las peores en las últimas décadas, afecta al este y sureste del país en todo el territorio de Nueva Gales del Sur, que es 1,5 veces más grande que España, y a cerca del 60 % de su vecino Queensland, que mide casi tanto como México.