Durante un acto militar, el rey Felipe VI hizo un rostro de enojo y decepción al ver que la bandera española fue mal colocada, lo que no permitió que ondeara de forma correcta.
Mientras hacía el saludo militar, el monarca movió la cabeza en señal de desaprobación.
Su esposa, la reina Leticia, también clavó la mirada en lo mal que quedó la bandera.
El gesto no fue bien recibido por la opinión pública pues muchos criticaron que el soberano no se indigna ante el desempleo que hay en el país.
Minutos más tarde, la bandera fue colocada bien y sanó el disgusto.
Los reyes asistieron a un acto donde dos mil 600 militares, 177 vehículos, 49 aviones, 36 helicópteros y 34 motos desfilaron con motivo del Día de las Fuerzas Armadas.