La víspera del Yom Kipur, el día más sagrado del judaísmo, miles de judíos israelíes practicaron el lunes en Jerusalén el rito de los "Kaparot", que consiste en sacrificar un pollo en señal de expiación, pese al número creciente de opositores a este ritual.
El “Kaparot” consiste en hacer girar tres veces por encima de la cabeza de un fiel a un ave de corral blanca, a la vez que se recitan oraciones religiosas para que sus pecados se transfieran al animal antes del Yom Kipur, el día del gran perdón, que se celebrará a partir del martes por la noche.
Después, el ave, un macho en caso de los hombres y una hembra para las mujeres, es degollada y puede donarse a los pobres u otra causa, o sino se guarda para la familia.
Las organizaciones de defensa de los animales critican este ritual que se remonta a la Edad Media. El ministerio de Agricultura también lidera una campaña contra esta costumbre desde hace tres años.
El ministerio examina los lugares donde se celebra la práctica para verificar que se respetan la salud pública y los derechos de los animales, según un responsable ministerial.
Muchos rabinos aconsejan además sustituir a las aves de corral por una cantidad de dinero, usada igualmente durante el ritual para la expiación de los pecados, y que se donaría a los pobres.
Para Shuki Friedman, director del Centro para la Religión y el Estado de la Institución Democrática de Israel, el judaísmo no considera esencial este rito.
Según él, el ministro de Agricultura, Uri Ariel, del partido religioso Hogar Judío, no puede enfrentarse a los ultraortodoxos por razones políticas. Los diputados de esta corriente representan 13 escaños de los 66 de la coalición del presidente Benjamin Netanyahu.
“No puede [el ministro] condenar directamente este ritual, solo intentar convencer de limitarlo sin criticarlo demasiado”, consideró Friedman en una entrevista con la AFP.
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