El gobernador de la provincia de las islas menores de la Sonda Orientales, donde vive esta especie en peligro, de carácter agresivo y saliva mortal, desea facturar dicho privilegio en 500 dólares por persona.
Actualmente, los turistas extranjeros deben pagar una entrada de 10 dólares para visitar el Parque nacional de Komodo.
Si Viktor Bungtilu Laiskodat consiguiera lo que desea, solo un selecto grupo de turistas podría apreciar de cerca a estos animales que pueden medir hasta tres metros y pesar 70 kilos.
El gobernador ha propuesto también que los barcos con turistas que llegan a la zona paguen un derecho de entrada de 50.000 dólares.
“Son muy baratos”
Los dragones de Komodo “son únicos, pero desgraciadamente baratos”, se lamentó el gobernador esta semana en un discurso ante administradores de universidad.
Miles de personas acuden cada año al parque de Komodo, en las islas orientales de Indonesia, único lugar en el mundo donde se puede ver a estos gigantes carnívoros en su hábitat natural. Pueden ser muy peligrosos para el hombre, pero los ataques mortales son muy raros.
Las autoridades ya han expresado su voluntad de limitar el número de visitantes para proteger el ecosistema de la región.