Antes de convertirse en el hombre de rojo con barba blanca, Santa Claus fue originalmente un obispo llamado San Nicolás de Mira, en la actual Turquía.
San Nicolás murió como mártir el 6 de diciembre en el siglo IV DC. Sus restos fueron llevados más tarde a Bari, en Italia, y luego al este de Francia.
En la Edad Media, San Nicolás se convierte en el protector de los niños buenos, a los que repartía regalos en la noche del 5 al 6 de diciembre, acompañado por el Hombre del Saco, quien castigaba a los niños que se portaban mal.
San Nicolás se establece luego en el norte y este de Europa antes de viajar a América con los colonos holandeses en el siglo XVII.
Así, Sinter Klass, en holandés, se convirtió en Santa Claus.
En el siglo XIX, las familias cristianas decidieron asociar a Papá Noel con el nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre.
San Nicolás dejó la mitra y la cruz por una barra de caramelo y un sombrero. Ganó peso y cambió la ropa de obispo por un traje rojo y blanco.
Ahora vive en el Polo Norte, donde tiene una fábrica de juguetes.
En 1931, Coca Cola lo convirtió en su mascota; marcando el nacimiento del San Nicolás moderno y universal.
Hoy, la Secretaría de Papá Noel en el suroeste de Francia responde a las cartas de aproximadamente 1,2 millones de niños de 140 países.