El caso La Línea se detuvo por una recusación planteada por la exvicepresidenta Roxana Baldetti, ante la inconformidad del juez Miguel Ángel Gálvez, quien dijo que es injusto que haya personas en prisión preventiva desde hace tres años y el caso no avance.
En su intento por separar al juez Miguel Ángel Gálvez del proceso en su contra por defraudación aduanera, Baldetti consiguió detener todo el caso, que actualmente está en la fase de ofrecimiento de prueba, previo a que inicie el juicio en un tribunal de Sentencia.
Este lunes se celebró audiencia para conocer el recurso de recusación contra el titular del Juzgado de Mayor Riesgo B, promovido por la exfuncionaria, bajo el argumento existía una “enemistad” entre ambos.
A pesar de que Gálvez rechazó los señalamientos de Baldetti, se le dio trámite la recusación, que ahora deberá resolver una sala de Apelaciones de Mayor Riesgo, algo que según el juez puede tardar nueve meses.
Durante la diligencia, Baldetti reiteró que ciertas acciones e interpretaciones que ha hecho el togado demuestran que son enemigos y por tanto Gálvez no debería seguir conociendo la causa penal en su contra.
“Imagínese que toda la barra acusadora estuvo desacuerdo con lo que yo pedí y usted era el que quería seguir la audiencia. Ahí nos podemos dar cuenta que la razón de eso era dejarme a mí en completa indefensión”, comentó Baldetti.
“Yo entiendo sus presiones, señor juez, presiones mediáticas. Mire todos los medios que tiene aquí, no sé si los mandó a llamar o vinieron solos, pero no se deje presionar. Usted es él que decide en este órgano jurisdiccional”, le dijo a Gálvez.
Durante la resolución del recurso, Gálvez señaló que la exfuncionaria parecía darle un tinte político al proceso que se sigue en su contra.
“El proceso no es político, es investigado por el Ministerio Público. No he sentido ni recibido ninguna presión, mediática, social o de algún organismo internacional durante este caso”, comentó el juez.
“Yo no la considero ni mi enemiga ni mi amiga, yo la conocí en este proceso y siempre ha existido respeto hacia su persona. Mi interés es que el caso avance”, le dijo a Baldetti el togado, y añadió, “¿A ustedes les parece justicia que las personas pasen hasta cinco años en prisión preventiva sin ser sentenciados?, eso no es justo para la señora Baldetti ni para ningún sindicado, por eso quiero que el proceso avance”.
Gálvez dio trámite al recurso de recusación, aunque rechazó el fundamento que planteaba Baldetti, y ordenó que fuera enviado a la Sala de Apelaciones de Mayor Riesgo para que lo resuelva.
El togado explicó que dicho recurso podría suspender el proceso hasta por nueve meses, tomando como referencia el tiempo que tardó la sala de apelaciones en resolver un recurso similar en el mismo proceso planteado por el expresidente Otto Pérez Molina.
Esta práctica de recusación a jueces coincide con el esquema de laberintos que enfrenta la justicia, publicado por Prensa Libre la semana pasada, donde se detallan las estrategias de abogados defensores y circunstancias procesales que hacen que la justicia sea tardada.
La semana pasada, la abogada defensora de Baldetti, Graciela Herrera, quien fue designada por parte del Instituto de la Defensa Público Penal, solicitó al titular del Juzgado de Mayor Riesgo B, Miguel Ángel Gálvez, que le diera más tiempo para conocer el caso.
Gálvez rechazó la solicitud aduciendo que ya se le habían otorgado cinco días a la exvicepresidenta para prepararse, pues la audiencia anterior se presentó sin abogado defensor y por ese motivo había sido suspendida la audiencia.
Baldetti tomó la palabra y pidió al juez Gálvez que se inhibiera de seguir conociendo el caso. “A partir de este día, señor juez, yo tengo una enemistad con su persona y por esa razón presentaré un recurso de recusación”, dijo.
El titular del juzgado, en aquella ocasión, señaló que la exfuncionaria “se burla del sistema judicial” al realizar ese tipo de declaraciones. “¿Cómo es posible que ella (Baldetti) decrete que tiene una enemistad con mi persona?, eso no lo puede decir ella, no hay fundamento para la recusación, eso lo debe resolver la sala de Apelaciones”, comentó Gálvez.