Una maestra de San Miguel Los Lotes, la comunidad más afectada por la erupción del Volcán de Fuego y donde el 98% de las viviendas quedó soterradas por completo dentro de ellas la Escuela Oficial, una maestra pide ayuda para localizar a sus pequeños estudiantes.
Utilizado su Facebook para pedir a sus conocidos que la ayuden a localizar a 10 de sus 13 “pollitos”, Nely Mayen una maestra busca desesperadamente a sus pequeños estudiantes de tan solo 4 y 5 años.
“Pueblo de Guatemala, ayúdenme a encontrar mis pollitos soy la maestra de estos chicos de San Miguel Los Lotes. Dejo los nombres solo encontré a tres Ashely Pineda, Tatiana Guerra y Paola Suarez pero a los otros 10 no. Mayen ya ha recorrido varios albergues para localizar a sus estudiantes, cuya escuela quedó totalmente soterrada.
HAGA CLICK EN LAS FOTOS Y DESLICE
La villa y otras comunidades vecinas que estaban acostumbradas a la constante furia del coloso, y que también resultaron afectadas, cuentan hasta al momento más de 100 muertos, aunque la cifra podría aumentar ante los reportes de varias personas que dicen tener familiares desaparecidos.
En Los Lotes, Eufemia García, de 48 años, rompe en llanto al enumerar a una decena de miembros de su familia, entre ellos sus tres hijos, que quedaron atrapados al momento que el deslave tomó por sorpresa el caserío.
“Yo quería regresar por ellos, yo quería regresar”, repite la afligida mujer de 48 años frente a una ambulancia.
A pesar de la insistencia de los socorristas por encontrar indicios de vida, los esfuerzos parecen en vano ante la magnitud del desastre; al menos tres cuerpos calcinados estaban dispersos en un callejón y el patio de una vivienda, observó un periodista de AFP.
Por indicios de otros deslaves en la ladera del volcán las tareas son suspendidas momentáneamente y todos en el epicentro del desastre debían evacuar a un lugar seguro.
El panorama es desolador en toda el área. Ropa tendida cubierta de ceniza, comida aún en la mesa y aves de corral que deambulan, dan indicios del pavor que sufrieron los habitantes del caserío.
Perros y gatos también murieron quemados y las mascotas que quedaron vivas se refugian en las casas y algunos son rescatados por sus dueños pese al riesgo por remanentes de ceniza ardiente.
Un grupo de pobladores del lugar con pañuelos en los rostros se protegen del polvo e intentan hallar a sus amigos y vecinos entre los escombros. Más allá en la carretera cuatro vehículos semidestruidos atrapados entre la espesa ceniza evocan la dimensión de la tragedia.
Más de un millar de moradores de Los Lotes y otras aldeas afectadas aguardan en albergues sin saber si volverán a sus casas tras el miedo y la destrucción que les dejó la explosión.
La potencia de la erupción ocasionó una lluvia de ceniza que se dispersó por varias ciudades, provocando el cierre del aeropuerto internacional de la capital y la suspensión de clases en los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez que comparten la jurisdicción del volcán de Fuego, de 3.763 metros de altura.