Gerente en la tienda de Walmart ubicada en Doral, Florida (EE. UU.), el guatemalteco Guillermo Santizo lidera el punto con más ventas en ese país en temporada alta, no sin antes superar un duro camino profesional que incluyó cambios, ascensos y hasta un huracán.
Añora el “rice and beans” con coco, y el pescado frito con limón de aquél Izabal que lo vio partir en la década de los noventas.
Siendo apenas un niño de nueve años, su llegada a Miami a inicios de los noventas coincidió con el paso del Huracán Andrew, sin saber que esas imágenes lo iban a ayudar más tarde cuando tuviera un cargo de responsabilidad en una importante cadena de supermercados.
“Yo ni sabía qué era un huracán, habíamos vivido en California, y me dio mucho temor. Sobre todo viviendo en un segundo piso. Recuerdo a la gente comprando cosas, pájaros muertos, carros volteados o destruidos, nosotros en un clóset por 8 o 10 horas…” reconstruye en su conversación con Prensa Libre.
Quince años después, una emergencia de magnitud similar, pero ahora como gerente de su tienda, le volvería a tocar la puerta.
Producto de los embates del Huracán Irma, en septiembre de 2017, la tienda se tuvo que cerrar durante cuatro días.
“Lo primero que hicimos fue abastecer la tienda con candelas, focos, baterías, agua, tanques de gasolina. Fueron días duros, porque no era solo ver por la tienda, si no por la casa, y que no faltara nada ni a clientes ni asociados” narra.
Días previos al cierre, Santizo tomó la medida de no vender más de 3 botellas de agua por persona, para evitar que la comunidad se quedara sin suministro.
Antes de reabrir la tienda, Guillermo hizo un inventario de la mercancía disponible, y debió descartar los productos congelados que se dañaron debido a la falta de electricidad durante los días en que se cerró la tienda. El estacionamiento todavía estaba inundado y había árboles alrededor de la tienda.
“Algunos miembros del equipo perdieron sus casas, debido al huracán, por lo que coordinamos la donación de ropa y suministros de emergencia” indica. La tienda de Guillermo fue la primera en reabrir después del huracán, los clientes se acercaron y demandaron, principalmente, comida enlatada, pan, linternas y estufas de gas.
El guatemalteco recuerda el suceso como el peor desastre natural que ha tenido que enfrentar en su carrera.
Junto a esa experiencia, comenta que los otros dos momentos más duros lejos de su tierra fueron aprender el idioma inglés y tener que descender de puesto, dos veces, con tal de entrar a una cadena más grande con diferentes beneficios.
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Desde que era un estudiante, comenzó a trabajar en un restaurante de comida rápida, donde descubrió su afinidad hacia el servicio al cliente. Posteriormente, trabajó en una empresa de electrónicos donde inició como portero y ascendió hasta ser coordinador de inventario.
Antes de llegar a Walmart como coadministrador de desarrollo en la tienda 3311 en Miami Gardens, fue gerente de una cadena de farmacias. Entró a una capacitación como gerente estando en Hialeah, Florida, hasta que finalmente llegó a la tienda que lidera en la actualidad.
Según datos de Walmart, la de Guillermo es la tienda 2727, la de mayor actividad durante la temporada de vacaciones, en esta época Walmart en Doral vende decenas de bicicletas al día.
Como gerente aprendió la lección, cuando el primer año en la tienda de Doral se quedó sin bicicletas, y se aseguró de tener, desde octubre, más unidades en stock, tomando en cuenta el Black Friday.
Entonces implementó la estrategia de ventas, Santizo se adaptó a esa cultura de comprar a última hora el regalo de Navidad. Para abastecer a la tienda con suficientes unidades, cada temporada Guillermo coordina cuatro camiones diarios de ida y vuelta al almacén. Del 25 de diciembre y el 6 de enero (Día de Reyes), la tienda a su cargo vende cientos de bicicletas al día, según reportan.Para fines de enero, la tienda ya no tiene bicicletas.
Así que entre desastres naturales y pruebas del destino, Santizo mantiene una relación cercana con sus colegas y asociados hispanos, -muchos de Centroamérica-, con quienes comparte los tradicionales tamales y alguna anécdota del paraíso tropical en el Caribe guatemalteco del que lo trajo su madre, años atrás.