Con aportes de un fideicomiso privado y la colaboración de empresas privadas, la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC) trabajará en coordinación con otras instituciones estatales la edificación de 250 viviendas para los damnificados de la erupción del Volcán de Fuego.
Fernando Estrada Domínguez, coordinador de la comisión de estadísticas de la CGC y miembro de la Asociación de Constructores de Vivienda (Anacovi), confirmó que ya se cuenta con el diseño de las casas que se edificarán en la finca La Industria en Escuintla.
“Existe un esfuerzo privado para reconstruir 250 unidades en una finca de 37 hectáreas y la idea es que se ejecute en los siguientes seis meses. Es un plan piloto para luego realizar las otras 750 que serán construidas por el Ejecutivo”, afirmó el directivo durante la realización del foro “Innovando el Crecimiento del Sector Inmobiliario”.
Estrada Domínguez explicó que la construcción de las primeras 250 unidades habitacionales, serán ejecutadas con base a un fideicomiso privado, que administrará por medio de un comité ejecutivo el total de las donaciones.
Las unidades serán de 38 metros y el monto para recaudar es de US$3 millones (Q22 millones).
“La vivienda será de un nivel y se tiene la experiencia de varios arquitectos para que sean funcionales, con un diseño urbano completo integrado para una familia. Es una vivienda digna”, subrayó.
La casa será de concreto y block, dijo el directivo y agregó que se están buscando voluntarios de las empresas para trabajar en la edificación, a lo cual han respondido varias firmas afiliadas a la CGC que atendieron el llamado para la donación.
En los próximos días, dijo Estrada Domínguez, se estará presentando el proyecto oficial en conjunto con las autoridades.
José Benito Ruiz, ministro de Comunicaciones, informó el pasado lunes que en la actualidad están trabajando en los planos de urbanización donde se construirán las casas.
Durante el foro, los panelistas abordaron la problemática de la Erupción del Volcán de Fuego, que dejó más de 112 personas fallecidas, poblados desaparecidos y miles de desplazados.
“Lo que se necesita es el cumplimiento de las regulaciones de los territorios que no son aptos para la vivienda y otros usos”, declaró el arquitecto José Antonio Solares.
Enrique Godoy, consultor en desarrollo, precisó que los terrenos donde se edificaron las comunidades afectadas, antes eran fincas de café, pero no aptas para la construcción de viviendas por el potencial riesgo.
“Eran comunidades de desplazados de México y ahora volverán a ser desplazados. Hay que buscarles terrenos donde puedan desarrollar su vida productiva y no como en el proyecto de Mi Querida Familia donde están aislados”, aseguró Godoy.
Los técnicos expusieron que otro potencial de alto riesgo para las poblaciones son las inundaciones, ya que, según ellos, están cerca de lugares que no son aptos para la construcción de viviendas.