Felipe Gómez Alonzo, de 8 años, falleció el pasado 25 de diciembre en custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, viajaba junto a su padre, Agustín.
El consulado de Guatemala en Phoenix, Arizona, indicó que la autopsia reveló que el menor murió por una infección y complicaciones generadas por la influenza B (una enfermedad respiratoria).
El menor es originario de Yalambojoch, una aldea de Nentón, Huehuetenango, donde la pobreza y la falta de desarrollo obliga a sus habitantes a migrar para poder subsistir.
El anhelo de Felipe, según dice su familia, era ir a la escuela y salir adelante.
Pero la noche del 24 de diciembre, el niño presentó náuseas y vómitos y fue trasladado de nuevo al Centro Médico Regional Gerald Champion para su evaluación y tratamiento. Falleció después de la media noche.
Este fue el segundo caso de un menor guatemalteco que fallece en custodia de la Patrulla Fronteriza, Jakelin Caal, de 7 años, falleció el 8 de diciembre en un centro asistencial de El Paso, Texas, 48 horas después de ser detenida al cruzar la frontera.
La evaluación de los forenses determinó que la causa del deceso fue una sepsis estreptococo (una infección generalizada.
El Gobierno de EE.UU. ha eludido toda responsabilidad por la muerte de los menores inmigrantes y responsabiliza a los traficantes, contrabandistas y a los propios padres de los niños de “poner en riesgo” sus vidas al embarcarse en el viaje hacia el norte.
Madre y niño guatemalteco narran su experiencia en un centro de detención de migrantes
La separación de familias migrantes en EE. UU. afectó a “miles” de niños más de lo que se creía
Con información de: Noticias Univisión