El presidente electo insiste en que desaparecerá la Secretaría de Asuntos Administrativo y Seguridad de la Presidencia, SAAS.
Dos agentes de la SAAS protegen a Alejandro Giammattei desde que ganó la segunda vuelta. Estos agentes tienen un vehículo asignado con el que acompañan al presidente electo a donde se dirija.
Giammattei asegura que no tiene seguridad privada y que Dios es el único que lo protege. Aunque personas cercanas lo acompañan a reuniones privadas y eventos públicos. Ellos se encargan de abrirle paso en aglomeraciones y ven parte de la logística.
Una de las promesas de campaña de cuando era candidato del Partido Vamos fue desaparecer la SAAS, una idea que sigue conservando pero que la haría realidad al tomar posesión.
Hasta ahora no ha sido claro de cuál sería el procedimiento para eliminar a esta secretaría, tampoco se sabe quién asumiría las funciones de la SAAS. En anteriores entrevistas, Giammattei afirmó que pediría al Congreso la disolución de la dependencia.
La SAAS fue creada como uno de los compromisos en la firma de los Acuerdos de Paz para que quien proteja a las autoridades del país lo hagan de manera civil y no militar.
Por ahora Giammattei sigue viviendo en su casa. Aunque con frecuencia visita el Hotel Holiday Inn que se ha convertido en una especie de oficina.
Desde la campaña este hotel fue utilizado por Giammattei y el Partido Vamos para conferencias de prensa, presentación de equipos de trabajo y ahora para sostener reuniones privadas. Al consultarle, el presidente electo dijo que lo usa porque “sale barato” y mientras ubican otro espacio para el equipo de transición.
El equipo de comunicación de Giammattei dijo que integrantes del partido se encargan de sufragar los gastos por alquiler de salones y habitaciones del hotel.
Esta semana el presidente electo atendió reuniones en una de las habitaciones del piso 18 de ese hotel, una de las áreas más reservadas y exclusivas. Al cotizar la noche para dos personas en esa área ronda los 222 dólares, unos mil 600 quetzales. Mientras las habitaciones más sencillas están a 670 quetzales por noche.