Las reformas a la Ley de Reconciliación Nacional, que busca dar amnistía a las personas condenadas y señaladas por crímenes contra la humanidad durante el conflicto armado interno, fueron aprobadas en segundo debate.
Durante esta jornada legislativa el diputado Estuardo Galdámez, secretario de la Junta Directiva, comenzó a leer la iniciativa a excesiva velocidad, mientras diputados pidieron la palabra para intentar discutir la propuesta.
Entre los que se opusieron está Nineth Montenegro, quien recordó que la actual Ley establece que no se le puede otorgar amnistía a los que cometieron delitos de lesa humanidad.
Raúl Romero reiteró que el Estado debe priorizar la reconciliación nacional, pero a través de mejoras para la población.
El diputado Oliverio García Rodas propuso que la iniciativa se regresara a la comisión para que se corrija el dictamen, ya que tenía varios defectos. Entre los errores mencionó que en el artículo 5 dice “cielitos” en lugar de delitos”.
Su propuesta obtuvo 27 votos a favor y 74 en contra. No obstante, el parlamentario y otros colegas propusieron que se consulte a la Corte de Constitucionalidad a legalidad de la iniciativa, pero en este caso los votos a favor se redujeron a 18 y aumentaron los contras a 83.
En respuesta a las mociones que presentó García Rodas, Galdámez le dijo que era un “mal agradecido con el Ejército”.
La iniciativa fue propuesta por Fernando Linares, Jaime Regalado, Estuardo Galdámez, Claude Harmeling, Boris España, Armando Melgar, Javier Hernández, Delia Bac, Manuel Conde, Javier Hernández, Julio Lainfiesta y José Ubico.
Varios sectores sociales se han pronunciado en contra de la iniciativa por considerar que pone en riesgo el Estado de Derecho.
Entre ellos, la comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien señaló: “Si se aprueba esta reforma, representaría un drástico retroceso para los derechos de las víctimas a la justicia y para el Estado de Derecho en Guatemala”.
“Los juicios que se efectuaron en Guatemala por violación a los derechos humanos y abusos han restaurado la dignidad a las víctimas, familiares de sobrevivientes, inspiraron mayor confianza en las instituciones estatales y sirvieron de ejemplo para que otras naciones para otras naciones”, indicó el Departamento de Estado de Estados Unidos.