Jóvenes de barriadas pobres de Centroamérica sufren con la falta de oportunidades de estudio y trabajo y la injusta distribución de la riqueza en sus países.
Jóvenes de barriadas pobres de Centroamérica sufren con la falta de oportunidades de estudio y trabajo y la injusta distribución de la riqueza en sus países, según una investigación divulgada este martes en Costa Rica.
El estudio “Centroamérica Desgarrada”, realizado por el investigador Carlos Sandoval de la Universidad de Costa Rica, apunta a algunas de las causas que impulsan a los jóvenes de cinco países del istmo a emigrar.
El estudio se basa en 1.500 encuestas, 300 en cada una de las cinco comunidades centroamericanas que abarcó: El Limón en Ciudad de Guatemala, Nueva Capital en Tegucigalpa, Popotlán en San Salvador, Jorge Dimitrov en Managua y La Carpio en San José.
“Las comunidades fueron elegidas a partir de lo que se denomina juicio experto, con la intención de incluir localidades que pudieran ser representativas de condiciones de vida de empobrecimiento urbano”, explicó Sandoval.
La Limonada es un barrio en el centro de Ciudad de Guatemala cuyo origen se remonta a 1958. Su nombre tiene un sentido peyorativo, en Guatemala se denomina “limones” a las personas aprovechadas e interesadas.
En La Limonada, más de 60.000 personas viven en situación de extrema pobreza. El coeficiente de Gini (última referencia 2011) indica que Guatemala es el segundo país latinoamericano con mayores desigualdades sociales.
En sus inicios estaba compuesta por viviendas construidas con cartones, láminas y madera. Hoy en su mayoría son casas de bloques y tejados de chapa que se amontonan en el barranco dado la escasez de vivienda formal en la ciudad.
La mala distribución de la riqueza es una de las principales preocupaciones de los jóvenes centroamericanos, y fue señalado por 64% de los consultados en El Salvador, 62% en Guatemala, 51% en Honduras, 37% en Costa Rica y 32% en Nicaragua.
Los jóvenes encuestados dijeron encontrar mayor apoyo en la familia (87,8%), los amigos (49,8%) y la iglesia (30,6%), y poco o ningún respaldo en instituciones gubernamentales como los diputados (0,7%) o las oficinas del gobierno (1,3%).
De la población encuestada, de entre 14 y 24 años de edad, 56% de las mujeres y 44% de los hombres no estudian y generalmente tienen poco acceso a la internet, con excepción de La Carpio, una comunidad dominada por migrantes nicaragüenses en Costa Rica, con amplio acceso a la red.
El estudio reflejó que en todas las comunidades, las iglesias superan por mucho a los partidos políticos en poder de convocatoria, y solo los grupos deportivos superan en esa categoría a las iglesias cristianas.
Consultados si tienen interés en migrar, más de la mitad de los jóvenes respondieron afirmativamente, con cifras más altas en El Salvador (76%) y Honduras(60%).
De los 1.501 encuestados, de entre 14 y 24 años, 53% mujeres y 47% hombres, y el trabajo se realizó a lo largo de 2017.