En los últimos 44 años se han registrado seis tragedias en aguas del Lago de Atitlán, Sololá, todas con las mismas características, las lanchas han zozobrado ante la fuerza de las olas y el viento, y en algunos casos las fechas casi coinciden.
En cada accidente hubo personas muertas y desaparecidas, según la Hemeroteca de Prensa Libre, pues cada acontecimiento ha sido documentado por este diario.
Las circunstancias de los percances son muy parecidas, pues algunos de estos han ocurrido entre octubre y diciembre, cuando el viento aumentar en el área y facilita la formación del Xocomil, un fenómeno natural que causas turbulencia en el manto acuífero, y que, según expertos, es capaz de voltear las embarcaciones.
El 26 de octubre de 1974, tres personas murieron al mediodía en aguas del Lago de Atitlán, pues la lancha en la que viajaban zozobró.
Ese día, las víctimas trasladaban el cadáver de un hombre que murió en un accidente de tránsito en una carretera cercana.
El 17 de diciembre de 1975, el arquitecto estadounidense Walter Kaplan fue rescatado con vida del Lago de Atitlán, luego de que una lancha naufragara. Ese día murieron Edward-Kenneth Topke, su esposa Ethel y sus dos hijos Billy y Edward. También murieron los esposos Peter Bellini y Alicia Luján de Bellini.
En esa oportunidad se informó que el accidente ocurrió debido al fuerte viento que azotaba el sector.
A finales de marzo de 1986, seis personas murieron ahogadas en el Lago de Atitlán, donde la embarcación en la que viajaban se hundió. Los cuerpos fueron arrastrados por la corriente y los socorristas se llevaron varios días para localizarlos.
El 15 de noviembre del 2002, Salvador Chiná Coché, de 61 años, y su hijo Salvador, 13, murieron ahogados en el Lago de Atitlán, cuando el cayuco en el que desplazaban fue volteado por las olas causadas por el Xocomil.
Ese día se informó que las víctimas retornaban de recolectar leña, cuando fueron sorprendidos por el fuerte oleaje. Sus cuerpos fueron recuperados al día siguiente.
El 23 de noviembre del 2008, un guatemalteco y dos extranjeros, entre ellos un sacerdote de Malasia, perecieron en el Lago de Atitlán, luego de que una lancha que transportaba a 14 personas diera vuelta.
El accidente ocurrió a tres kilómetros del embarcadero de Santiago Atitlán, en las cercanías del lugar conocido como la Isla de Los Gatos, entrada a la Bahía de Santiago Atitlán.
De acuerdo con los sobrevivientes, la lancha iba sobrecargada y los fuertes vientos que azotaban el Lago produjeron que esta diera vuelta.
El 14 de noviembre del 2018, una lancha que transportaba a 17 pasajeros se hundió a cinco kilómetros de la playa pública de Panajachel. La embarcación salió de Santiago Atitlán, y por razones que de momento se desconocen zozobró. Tres personas murieron y cinco aún están desaparecidas.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Ana María Mucum, de 30 años, originaria de la comunidad Cerro de Oro; Édgar Castellón, 48, de San Marcos; y Elda María Zarazúa de Meletz, 53, del caserío Xolbe, Sololá.
Los desaparecidos son Francisca Tacaxoy Coó, Aroldo Gómez Fuentes, Gaspar Sosof Quiejú, Wendy Eunice Meletz y Adrián Molina Palacios, quien era médico del Hospitalito de Santiago Atitlán.
El 15 de febrero del 2009, La Base Naval del Pacífico (Banapac) anunció la instalación de una Capitanía de Puertos en la orilla del Lago de Atitlán, para tener mayor control del transporte lacustre y evitar accidentes.
Se informó que la PNC y Asistur, junto con el Ejército, controlarán las lanchas. Alcaldes afirmaron que en ese lago hay mucho tránsito, lo que causa choques, anarquía y muertes.
Un integrante de la Asociación de Lancheros argumentó que esta decisión era importante, porque gran parte de los transportistas no respetan el reglamento interno, que recomienda no sobrecargar las lanchas.
Esa asociación priorizó que la Banapac regulara ese transporte, para evitar problemas con el turismo.