El pasado fin de semana un grupo armado atacó un camión en el que se trasladaban migrantes centroamericanos en Veracruz, México, el ataque dejo una mujer muerta y tres heridos.
Como Herlinda Ruiz Tapería, de 23 años, fue identificada la víctima mortal. Preliminarmente se dio a conocer que era originaria de Cubulco, Baja Verapaz.
Los heridos, también guatemaltecos, fueron identificados como Karen Paola Barco Benavides, de 31 años; Yoel Méndez Barco, de 3 años; Rosalía Inparpac López, 32; Leticia Magdalena Inparpac, 7, y Hamilton Gedanias Soicoi, 26. El menor de tres años se encuentra en estado grave.
Según medios locales, los migrantes habían pagado al conductor del camión para que los llevara de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, a Tierra Blanca, Veracruz, donde continuarían su recorrido hacia la frontera estadounidense.
El conductor del vehículo continuó su recorrido, pese al ataque, pero bajó a los heridos y el cuerpo de Ruiz Tapería.
La Fiscalía Regional confirmó que ya recibió la denuncia.
Varias entidades a favor de los derechos de los migrantes se han pronunciado en repudio por el ataque, entre ellas el Movimiento Migrante Mesoamericano, que expresó en un comunicado:
“Exigimos justicia ante este horrendo crimen que nos muestra la violencia a la que están expuestas las personas migrantes en su tránsito por México, exhortamos al Gobierno del Estado de Veracruz, a la Fiscalía General del Estado de Veracruz, a la procuraduría General de la República y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a que los hechos no queden impunes ni en el olvido”.
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, calificó el ataque como “desmedido” y ordenó la atención a los sobrevivientes.
Muchos migrantes centroamericanos son objetivo de agresiones de las autoridades mexicanas y de grupos del crimen organizado en su paso por México rumbo a Estados Unidos.
El fenómeno de la migración acaparó la atención este año por una caravana que desde octubre recorrió más de 4 mil kilómetros desde San Pedro Sula, Honduras, con el objetivo de llegar a Estados Unidos, donde buscan pedir asilo y construir una vida lejos de la pobreza y violencia de Centroamérica.
Cientos de ellos solicitaron su repatriación y más de 2 mil han empezado a regularizar su estancia en México para instalarse definitivamente.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Jairo Estrada, afirmó que no tiene conocimiento del ataque ocurrido el pasado fin de semana.