Para los agentes K-9 localizar ilícitos no es trabajo, se trata de un juego por el que reciben como premio una pelota.
El olfato es el sistema más desarrollado de los perros, una cualidad que los ha hecho llegar lejos, incluso a las filas de la Policía Nacional Civil.
La sede de la Escuela Centroamericana de Entrenamiento Canino (ECEC) de la Sub Dirección General de Análisis de Información Antinarcótica (SGAIA) de la Policía Nacional Civil, es la sede de la formación de guías, entrenadores caninos y adiestramiento de los perros K-9.
Los perros llegan desde cachorros, generalmente provenientes de los Estados Unidos, en la escuela aprenden con un método denominado “de cajas” a identificar sustancias.
Pese a lo que se cree, los perros nunca están en contacto directo con estupefacientes. Los canes detectan solo el contenido que esta en el interior de las cajas donde solo cabe su nariz.
Los K-9 no buscan droga por “ser adictos” en realidad buscan la pelota de tennis que es la recompensa final por el buen trabajo.