El expresidente Otto Pérez Molina fue trasladado al Centro Médico Militar en la madrugada de este miércoles, luego de una complicación cardiaca que padeció anoche.
El exmandatario se encontraba en la cárcel de Mariscal Zavala, donde guarda prisión preventiva por varios casos de corrupción durante el Gobierno del Partido Patriota, cuando supuestamente un golpe en el pecho le causó una complicación cardiaca.
Médicos del referido centro de detención ordenaron el traslado de Pérez Molina al Hospital Roosevelt, donde fue evaluado y permaneció varias horas.
Rudy Esquivel, vocero del Sistema Penitenciario (SP), dijo que el expresidente Pérez Molina fue trasladado de la cárcel Mariscal Zavala al Hospital Roosevelt a las 21 horas; y luego, a las 0.20 horas de este miércoles, al Centro Médico Militar, con autorización de un juez.
Marco Antonio Barrientos, director del Hospital Roosevelt, informó que el expediente del expresidente Pérez Molina es conocido por personal del referido hospital militar, donde continuarán las evaluaciones médicas.
La noche del martes último, Barrientos dio detalles del ingreso del expresidente Pérez Molina al centro asistencial.
“Había sentido –Pérez Molina– que su cardiodesfibrilador había dado tres o cuatro descargas. La preocupación era que con seis descargas este aparato puede botar completamente su carga, y él entrar en un paro”, detalló el director del Hospital Roosevelt, en declaraciones a periodistas.
Barrientos añadió que el exgobernante fue ingresado a la unidad de Coronarios para ser evaluado por cardiólogos y un electrofisiólogo “para ver cómo estaba su cardiodisfibrilador y ver si hay alguna recomendación, y qué procede hacer con él”.
El funcionario confirmó que la condición de salud de Pérez Molina era estable. “Él está tranquilo, consciente, hablando. Él mismo dio sus datos a los médicos en la evaluación final”, afirmó Barrientos.
El traslado de Pérez Molina de Mariscal Zavala hacia el Hospital Roosevelt duró alrededor de diez minutos. El exmandatario iba en una camilla y con oxígeno puesto “por seguridad”. Su hijo Otto Pérez Leal lo esperaba a su llegada a la emergencia.
El 20 de julio último, el director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), Fanuel García, informó que el expresidente Pérez Molina goza de buena salud, por lo que debía presentarse a las audiencias judiciales que tenía programadas.
“Todos los análisis que el Inacif ha realizado siguen siendo que el señor Pérez Molina tiene un cuadro de una enfermedad cardíaca cuyo tratamiento ya está dado. Este tratamiento no es reciente ni tampoco su enfermedad. Es decir, él exactamente el cuadro que tiene es el mismo que cuando estaba en la presidencia y el tratamiento ya está dado”, dijo García.
El director indicó que la salud del general retirado es monitoreada constantemente y que le fue implantado un cardioventilador que también es controlado frecuentemente, por lo que su tratamiento “es ambulatorio y puede llevar una vida normal”.
Pérez Molina ha utilizado su estado de salud para no presentarse a las audiencias y para pedir su salida de prisión “por razones humanitaras” y ha dicho que su afección es delicada pues padece del corazón.