Cuarenta guatemaltecos eran obligados a efectuar extensas jornadas de trabajo, sin ninguna remuneración, en San Miguel, El Salvador.
Las víctimas denunciaron que los obligaban a vender piñas y que cada día debían llevar al menos US$50 dólares de la venta. También eran sometidos a violencia física y verbal.
Los agresores eran otros dos guatemaltecos identificados como los hermanos Edgar Francisco y Edwin Arnoldo Juárez García, detenidos por el delito de trata de personas en modalidad de trabajo forzado.
Según la Fiscalía General de la República, a las víctimas solo les proporcionaban dos tiempos de comida y durante varias semanas no recibieron remuneración económica por su labor.
Entre las personas rescatadas se identificó 13 menores de edad, todos fueron puestos a disposición de las autoridades migratorias para que puedan retornar a Guatemala.
En fotos que divulgó la fiscalía de ese país se observa que los guatemaltecos se mantenían en condiciones infrahumanas, durmiendo sobre un cartón y acinados.
Las autoridades de El Salvador no proporcionaron detalles del origen de las víctimas o de cómo llegaron a ese país.
Según informaron, llevaban varias semanas trabajando desde que salieron de Guatemala. Los capturados les ofrecieron obtener ingresos para enviarlos a sus familiares.
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Con información de: Diario La Página