Pobladores de departamentos sureños, sobre todo de Escuintla, están amenazadas por inundaciones que son más probables este año por descenso de lahares del Volcán de Fuego.
Por lo menos 70 comunidades localizadas en Escuintla se encuentran en riesgo de sufrir inundaciones debido a la crecida de al menos seis ríos que arrastrarán el material volcánico depositado en las faldas del Volcán del Fuego que quedó después de la erupción del pasado 3 de junio.
De acuerdo con un mapa elaborado por el Consejo Científico de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) las comunidades en riesgo están en áreas cercanas a los ríos Cenizas, Acomé, Achiguate, Madre Vieja, Pantaleón y Coyolate.
El municipio que tiene la mayoría de municipios en riesgo es La Gomera con 25, luego Puerto San José, 15; Nueva Concepción, 13; Masagua, 7; La Democracia, 5; y Santa Lucía Cotzulamguapa, 4.
Pedro Pablo Granillo, delegado de Conred en Escuintla, expuso que en todos los inviernos se pone especial atención a estas comunidades vulnerables a inundaciones; no obstante, debido a la erupción del Volcán de Fuego de junio pasado, este año “hay muchas probabilidades que haya desbordamiento de los ríos y que causen problemas”.
Explicó que en las comunidades vulnerables habitan entre 80 mil y 100 mil personas, y añadió que en esas áreas se ha capacitado a la población para que actúe en caso de una emergencia.
“Hemos organizado equipos comunitarios de respuesta para que ellos sepan qué hacer en una situación de riesgo y para que tengan la capacidad de identificar los riesgos”, precisó Granillo. Agregó que no se descarta efectuar evacuaciones y aseguró que debido a la experiencia del Volcán de Fuego la población ha aprendido a auto evacuarse.
Los riesgos producto de la erupción del Volcán de Fuego del 3 de junio pasado no se limitan a las comunidades cercanas a este, sino también a aquellas que están ubicadas a kilómetros al sur, pero ¿a qué se debe?
El geólogo Manuel Mota explicó que la razón por la cual los ríos ahora tienden a desbordarse con mayor facilidad es debido al material volcánico que descenderá con las lluvias, porque causará el azolvamiento de los ríos, es decir se depositará en los cauces que serán menos profundos y por consiguiente más fácil de rebalsarse.
Según estimación es de la Conred, indicó Granillo, al menos 54 millones de toneladas métricas de material volcánico están depositados en la parte media y en las faldas del Volcán de Fuego.
Además, aunque el 2018 ha sido menos lluvioso que años anteriores (incluso en varias regiones hubo sequía), según pronósticos del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), la segunda parte de la época lluviosa será más intensa de lo normal sobre todo en la cadena volcánica.
“El problema será a nivel regional porque el sedimento seguirá bajando hacia los ríos principales y podrían generar azolvamiento e inundaciones y el desborde en comunidades desde aquí, Escuintla, hasta el Puerto San José”, afirmó Mota, para quien ahora “ese será el gran problema”.
Así como las áreas del altiplano guatemaltecos son vulnerables a deslaves y derrumbes durante la época de lluvia, las comunidades de la Costa Sur suelen padecer por las inundaciones.
El año pasado más de mil 500 familias resultaron afectadas en comunidades de Sipacate, Escuintla, debido al desbordamiento de ríos, sobre todo del Acomé, el cual causó que durante varios días se mantuvieran anegadas las viviendas. El impacto se sintió en la pesca artesanal y en la producción de frutas, sobre todo de melón.
Además, en el mismo departamento, el desbordamiento del río Coyolate afectó a 14 comunidades de Nueva Concepción.
Los múltiples problemas que generaron las lluvias el año pasado llevaron al presidente Jimmy Morales a afirman que era “el peor invierno en los últimos 25 años”.