La baja participación de la población en el balotaje de este 11 de agosto fue la constante que marcó distintos centros en todo el país.
A dos horas del cierre de varios centros, por ejemplo, la afluencia era baja y las propias juntas electorales departamentales informaban de una participación que oscilaba entre el 8 y el 30%.
En los registros de las últimas nueve elecciones democráticas de la historia reciente del país, la segunda vuelta electoral siempre ha registrado menor participación, y por la tendencia registrada hasta el momento, la segunda vuelta electoral de este 11 de agosto no será diferente.
La asistencia, después del 75 por ciento de transcurrida la jornada, no llegaba al 50 por ciento, de acuerdo con los sondeos de Prensa Libre realizados hasta las 16.00 horas.
En la ciudad capital, en las 19 zonas que tienen centros de votación, se contabilizaron el 32.24 por ciento de participación, según los datos oficiales.
La zona 3 es donde la que menos asistencia registra, con el 16.03 por ciento de votantes; mientras que en la zona 14 participó el 47.62 por ciento de los guatemaltecos habilitados para votar.
San Marcos y Retalhuleu registran 8 y 25 por ciento de participación, según la Junta Electoral Departamental. En Alta Verapaz se registró un 30 por ciento de participación hasta las 15.30 horas.
Izabal también registra menor participación, en comparación con la primera vuelta electoral, donde la asistencia ciudadana es de 17 por ciento, y en Suchitepéquez la asistencia era de 30.35 por ciento.
En Huehuetenango, el dato oficial es de un promedio de 100 personas por mesa electoral en todo el departamento y en Quetzaltenango la información oficial es que había asistido el 23 por ciento de votantes, mientras que en la primera vuelta, a la misma hora, fue de 30 por ciento.
Los politólogos José Carlos Sanabria y Ronald Ochaeta coinciden en que la falta de participación ciudadana en la segunda vuelta electoral se debe al desinterés de la población, debido a la oferta política y a que no se eligen autoridades locales, además otro factor que influye en algunas ocasiones es el clima.
Sanabria señala que en la primera vuelta los partidos políticos se movilizan debido a la elección de alcaldes y por ello es que incluso se hacen denuncias de acarreo de personas.
“El clima político, la apatía, el desencanto y la desinformación en algunos casos, es lo que hace que la población no asista a las urnas”, indica el experto.
Por su parte, Ochaeta estima que, además de la lluvia en algunos departamentos, es histórico que la población se resista -a salir a votar-, debido a que no está de acuerdo con los dos candidatos finalistas.
Los lugares donde en la primera vuelta hubo un “voto fuerte”, fue donde había mucho interés por elegir alcaldes, principalmente, y después diputados, coincide Ochaeta.
“Se podría esperar que la participación ciudadana cambie por la tarde, pero es poco probable porque las dos ofertas no son agradables”, afirma el politólogo.