El suicidio infantil es una realidad en el país y la cifra de casos va en aumento. Según Refugio de la Niñez y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif), el principal método usado es el asfixia por suspensión o ahorcamiento.
Refugio de la Niñez señala que por cada niño que suicida, 20 más lo están intentando. En Guatemala en lo que va del año, 54 niños, niñas y adolescentes se han quitado la vida.
El 85% de los suicidios se registra en niños y adolescentes de 12 a 14 años. Esto se debe a que a medida que los niños se convierten en adolescentes, es más difícil para los padres saber cómo se sienten y qué están pensando.
Muchos niños, niñas y adolescentes que intentan suicidarse o se suicidan tienen dificultad para lidiar con el estrés de ser adolescentes, como enfrentar el rechazo, el fracaso, malas notas en la escuela, acoso escolar, abuso sexual, las separaciones y las crisis familiares.
Un adolescente puede sentirse suicida debido a ciertas circunstancias de la vida como: