El Volcán de Fuego expulsa gas y columnas de ceniza a 5 mil metros sobre el nivel del mar, en una nueva etapa de actividad que podría arrojar ceniza en poblados cercanos.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) confirmó en un boletín de las 7 horas que también hay descenso de flujos piroclásticos por la barranca Seca.
El informe detalla que las explosiones en el volcán están cargadas de ceniza, por lo que existe la posibilidad que vuelva a caer en San Miguel Dueñas, Ciudad Vieja y Antigua Guatemala, Sacatepéquez.
Además, en un nuevo aviso emitido a las 7.35 horas, confirma que el descenso de flujos piroclásticos por la barranca Seca está generando cortinas de ceniza que alcanzan los seis mil metros sobre el nivel del mar.
Reitera el riesgo que existe del descenso de lahares en cualquier momento.
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El Insivumeh recordó el peligro de los flujos piroclásticos los cuales transportan gases y material “muy caliente”, por lo que se recomienda no permanecer dentro de las barrancas ni en zonas cercanas.
Gustavo Chigna, vulcanólogo del Insivumeh, comentó en Emisoras Unidas que, si hay expulsión de flujos piroclásticos, existe el riesgo que alcancen más distancias, porque las barrancas se encuentran llenas por el material volcánico expulsado con anterioridad y la acumulación de agua debido a la lluvia.
Aseguró que el volcán es capaz de recuperar toda la energía en un instante, por lo que no se puede determinar la magnitud de una erupción, si un fenómeno así volviera a ocurrir.
El Insivumeh también emitió una alerta durante la mañana por la actividad del volcán Pacaya, la cual ha incrementado en los últimos meses evidenciado en la presencia de lava, explosiones de tipo estromboliano a mayor altura y con mayor distancia, además de retumbos más sensibles a distancias más prolongadas.
Las explosiones durante la mañana registraban un alza, alcanzando los 150 metros sobre el cráter, y se escuchaban hasta a 10 kilómetros de distancia del volcán. Vecinos alertaron por las vibraciones en los techos de las viviendas, y el Insivumeh no descarta que incremente la actividad