Héctor Ayala, un maestro de 87 años que dejó un legado en sus alumnos de la capital, de Salamá y e otros departamentos.
Héctor Ayala es recordado por sus alumnos como un docente disciplinado, estricto y con vocación, un hombre ejemplar amante de la literatura.
Héctor Ayala es un guatemalteco nacido en Rabinal, Baja Verapaz y reconocido por su vocación por la docencia. Actualmente tiene 87 años y en su carrera como maestro formó a miles de estudiantes que lo recuerdan como un hombre ejemplar y disciplinado.
Gracias a su abuelo, Héctor pudo terminar sus estudios y graduarse como maestro en Cobán.
Héctor dio clases en Baja Verapaz, Suchitepéquez, en la capital y en Salamá donde abrió una academia de mecanografía.
Era un maestro que, a pesar de ganar Q75 mensuales, se preocupaba por sus alumnos y por los materiales de cada uno. Arreglaba los escritorios que estaban descompuestos y compraba hojas, lápices y todo lo que necesitaba sus alumnos.
Héctor fundó la Escuela Rural no. 4 de Salamá
Este reconocido maestro inventó dos métodos para enseñarle a sus alumnos a leer, uno fue llamado lectóforo.
En 1957 fundó el Instituto Prevocacional Mixto Salamateco IPMS donde impartía la clase de idioma español. Ocho años después se convirtió en la Escuela Rural número 4, donde fue catedrático de idioma español, ciencias naturales, artes plásticas y artes industriales.
Creó el escudo de la escuela y lo pintó en un mural que todavía es visto por los alumnos.
Héctor estudió psicobiología y psicología en la universidad y formó su familia junto a su esposa con quien tiene 4 hijos, nietos y bisnietos.
Se jubiló hace más de 20 años, pero aún así fue director de algunos centros escolares en la capital y en el interior del país. Además sigue teniendo presencia en la Escuela Rural no. 4 donde creo un reconocimiento al alumno destacado, una medalla de oro que se brinda todos los años.
Ahora en su tiempo libre pinta, lee y hace reparaciones. Y tal como su abuelo lo hizo con él, Héctor ha dejado un legado no solo en sus hijos, también es sus nietos y bisnietos quienes han heredado su talento pues unos pintan, otros son músicos y otros amantes a la literatura.